Las palmeras son plantas arbóreas o incluso arbustivas, pertenecientes a la clase monocotiledóneas (embrión con un solo cotiledón cuya característica principal es que son herbáceas), orden espacifloras y familia Palmae o Arecaceae, tal y como se denominan en la actualidad al no existir un género Palma o Palmarum.
Existen ciertas características que las hacen fácilmente distinguibles de otras especies arbóreas.
Estípite –“Tronco” de la Palmera
Es necesario hacer varias matizaciones ya que las palmeras, como monocotiledóneas que son, no son árboles propiamente dicho, sino más bien hierbas y por tanto, las palmeras no tienen troncos como otros árboles, es decir, no desarrollan madera con anillos que cuentan sus años, sino que generalmente tienen troncos llenos de pequeños conductos filamentosos semejantes a la fibra o a pequeñas venas que le dotan de un tejido mucho más suave que la madera y que la hace mucho más flexible que un árbol, lo que le permite doblarse sin problemas en tormentas huracanadas. No es de extrañar que después de un huracán, si queda algún árbol en pie, lo más probable es que sean palmeras.
Por tanto, poseen un falso tronco denominado correctamente estípite o estipe, generalmente solitario y no ramificado a excepción de la Hyphaene thebaica y Nypa, los cuales se ramifican dicotónicamente. Hay sin embargo palmeras multicaules con varios troncos; otras producen hijuelos en su base y acaban formando pequeños bosquecillos.
La savia de la palmera circula principalmente por la parte interna del estípite, al contrario que los árboles, proporcionando una mayor resistencia al fuego, pero por el contrario son incapaces de regenerar los tejidos externos y así no pueden cicatrizar sus heridas como suceden los árboles.
Raíces de las palmeras
Las palmeras, como todas las monocotiledóneas, tienen un sistema radicular fasciculado, siendo el diámetro de las raíces igual en toda su longitud, pueden alcanzar hasta los 20 metros, sobre todo aquellas cultivadas en zonas secas o desérticas.
Sus raíces, generalmente abundantes, no crecen y se ramifica como otras plantas. A medida que la palmera envejece, produce nuevas raíces desde la base del tronco y en alguna ocasión incluso salen por encima de la tierra formando incluso formas similares a ramas, que realmente no lo son. Generalmente, este tipo de raíces las desarrollan las palmeras adultas plantadas en lugares poco profundos o con un mal drenaje y se llaman raíces adventicias.
Las raíces de las palmeras plantadas en plena tierra no suelen producir daños a las construcciones colindantes ya que no son agresivas.
Hojas
La corona de hojas, es probablemente la parte más distintiva de las palmeras. Algunas palmeras tienen hojas que son las más largas del reino vegetal, como por ejemplo la Raphia regalis (25 mtrs.).
Se pueden dividir en 3 grupos:
Pinnadas- Bipinnadas (con forma de pluma): Las pinnadas son aquellas que están formadas por una vaina que se inserta o abraza el tronco.
Las hojas bipinnadas son aquellas pinnadas cuyos folíolos son pinados en lugar de simples. Sólo en uno de los géneros de palmeras, las Caryota, las hojas pinnadas se subdividen y por tanto se las conoce como “Bipinnadas” ( como las hojas de la Tipuana), la forma es ondulada y se parece a la cola de un pescado.
Palmadas o Palmeadas: son aquellas que tienen el limbo en forma de abanico, pudiendo
Costapalmadas: Son aquellas hojas palmadas en las cuales el pecíolo se prolonga en forma de costilla penetrando más o menos en el limbo.
Dentro de los tipos de hojas puede haber una gran diversidad en forma y tamaño, así por ejemplo tenemos hojas palmeadas que pueden ser enteras sin corte alguno como por ejemplo la de la Licuala grandis, o divididas en segmentos como la de la Rhapis excelsa. También hay hojas segmentadas a medias como por ejemplo la Livistona o la Pritchardia.
Flores
Por lo general tienen pequeñas flores que son unisexuales. La mayoría de especies son monoicas con los dos sexos en la misma inflorescencia o por separado. Otras son dioicas, es decir, con flores femeninas y masculinas en diferentes pies. Algunas especies poseen flores hermafroditas.
Inflorescencias
En las inflorescencias o espádices es donde están agrupadas las flores de las palmeras, protegidas por unas brácteas denominadas espatas, pudiendo resultar muy llamativas por su aspecto y tamaño.
Las palmeras, cuando florecen, producen generalmente una inflorescencia con pequeñas flores insignificantes que suelen nacer por debajo, o incluso a veces, dentro o por encima de la corona central de palmas. Las flores de las palmeras pueden ser o machos o hembras e incluso, en algunas especies pueden ser hermafroditas y la polinización de las mismas se puede producir por una de estas 3 formas:
Monoicas: Se dan cuando las flores de los ejemplares machos y las de los ejemplares hembras se encuentran en la misma inflorescencia o en inflorescencias separadas pero en la misma planta.
Dioicas: Se da cuando las flores del macho y las de las hembras se encuentran en en ejemplares distintos.
Hermafroditas: Se da cuando en una misma planta, las flores (no las inflorescencias) tienen a la vez órganos masculinos y femeninos, como casi todas las flores que conocemos, con sus estambres y sus pistilos.
Frutos
El fruto es una baya, drupa o nuez de forma, color y tamaño muy variable según cada especie. A menudo éste es mucho más decorativo que las flores. El fruto de la Lodoicea maldivica es el más grande y pesado del reino animal.
Tras la polinización, los frutos formados contienen, por lo general, únicamente las semillas que suelen ser de distintas formas (ovaladas, elípticas o incluso esféricas) y tienen un tamaño variado que va desde apenas unos milímetros, como es el caso de la Washingtonia robusta, al casi medio metro de diámetro de la Lodoicea maldivica originaria de las islas Seychelles, que produce la mayor semilla del reino vegetal , alcanza a pesar hasta 45 Kgr.
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